Desde el 1 marzo hasta el 27 abril2012
"La poética del esqueleto"
Fernando Alda
Fernando Alda
Nacido en Aranjuez en 1958 y ubicado en Sevilla desde 1986, me dedico a la fotografía profesionalmente desde el año 1981, y, en particular, a la fotografía de arquitectura e infraestructuras desde el año 1987.
Mi estudio, en el que trabajamos cinco personas, realiza un trabajo de alta calidad en el tratamiento de las imágenes, tanto analógicas como digitales, y en la presentación final de todo el material. Este material, que pasa a formar parte de un archivo, la mayoría digitalizado, con más de dos mil reportajes en toda España, sirve de consulta continua a un gran número de publicaciones de todo el mundo.
Mis trabajos se publican mensualmente en libros y revistas nacionales y extranjeros.
01 de marzo de 2012
Inaugurción de la exposición "La poética del esqueleto"
"La imagen es la mejor vía para representar lo invisible". Se lo oí decir al fotógrafo Luis González Palma y es una expresión que se adapta perfectamente a mi trabajo en general y, especialmente, a éste que ahora presento. A diario desarrollo mi ...
... actividad profesional como fotógrafo de arquitectura, centrado sobre el aspecto más superficial de la obra: La piel. La piel exterior o interior, pero siempre la epidermis que cubre la estructura del edificio. Una piel que esconderá sus secretos pasados, presentes y futuros. Que le permitirán superar el paso del tiempo de la mejor manera posible.
Generalmente vemos las obras como espacios sucios, lugares sin interés -al menos fotográfico- y ausentes de toda poética. En este trabajo ofrezco una alternativa, otra manera de mirar, mediante el registro de ese proceso transitorio que supone la construcción del espacio arquitectónico. He querido mostrar el esqueleto que nunca más volverá a verse, que quedará relegado al recuerdo o a unos planos del proyecto y que, desde mi punto de vista, enseñan otro lado muy auténtico y atractivo de la propia arquitectura.
Pero "la poética del esqueleto" es -también- una metáfora de nuestra vida cotidiana. De esa actitud que mostramos, a menudo, los humanos para juzgar los acontecimientos o las personas de una forma precipitada o superficial, sin mirar en lo profundo de los hechos, en el interior de las cosas o de las personas. Juzgamos los edificios por su aspecto y, hasta cierto punto, es lógico; el esqueleto, lo que sustenta tantos esfuerzos y alberga tantos sueños y deseos, permanece escondido y nunca más volveremos a verlo.
Fernando Alda