DEL 19/12/2014 AL 20/02/2014
GEOGRAFIAS
Angel Romero
El Paisaje es sin duda uno de los géneros artísticos mas conocidos y explorados a lo largo de la Historia del Arte. La representación
del territorio ha sido abordada desde prácticamente todas las disciplinas artísticas.
Dentro de la fotografía de paisaje podemos encontrar al menos dos grandes vertientes, siendo una de ellas y quizá las más popular,
aquella dedicada a la representación idealizada de escenarios bucólicos o urbanos donde se prioriza la belleza y sublimación del
espacio. Por otro lado tenemos la línea que se interesa por lo tangible de la huella humana y los distintos niveles de relación entre un
lugar y sus habitantes. En esta misma línea surgen puntos de contacto con teorías provenientes ya no del Arte, si no de la
Antropología, la Arquitectura y el Urbanismo, que nos hablan de un paisaje dinámico, constructor y depositario de identidad, reflejo
del observador/habitante, objeto de modificación y múltiples representaciones y análisis ya no sólo visuales sino auditivas, olfativas
e incluso gustativas.
Actualmente casi todas las definiciones del término paisaje, incluyen alguna referencia a un elemento perceptivo, individuo o
sociedad, que dota al paisaje de un valor simbólico-afectivo, y no sólo espacial-físico.
De lo anterior se desprende la idea de que el paisaje surge de un binomio compuesto por un emplazamiento físico, de elementos
tangibles, ubicable en un punto geográfico y por la construcción e interpretación que nosotros hacemos de este, a partir de un
cúmulo de elementos intangibles tales como la memoria y la experiencia.
Las Minas de Riotinto, Huelva, han estado en producción durante los últimos 6000 años. El territorio, se encuentra lleno de
escombreras y escoriales de la actividad minera. Es precisamente con imágenes de estos con los que transformo o visto la piel de los
personajes, todos ellos, habitantes de las minas.